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sábado, 28 de julio de 2012

Los recortes elevan el paro hasta un máximo histórico en el segundo trimestre

La tasa de desempleo sube al 24,6%, un nivel desconocido hasta la fecha, según la EPA





 
El paro ha vuelto a subir. Ya está más alto que nunca. El 24,63% que se ha alcanzado en el mercado laboral español en el segundo trimestre de este año, supera por poco la anterior cota histórica, el 24,55% que se alcanzó a comienzos de 1994, durante la anterior crisis.

Que suba el paro entre abril y mayo es la mejor prueba de que la recesión ha vuelto con fuerza. En la mejor época del estacional mercado laboral español se ha destruido empleo (15.900 puestos de trabajo, respecto al trimestre anterior); ha aumentado la población activa (37.600 más que a comienzos de año) y, en consecuencia, sube el número de parados. En total hay ya 5.693.100 de personas sin empleo, según la Encuesta de Población Activa que ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística. Otro récord negativo que se bate, como el del trimestre anterior, y como el del anterior.
Pero la recesión por sí sola no explica este mal dato. Incluso hay un elemento que lo cuenta mejor: los ajustes presupuestarios. El sector público en el trimestre pasado destruyó 63.000 empleos. Teniendo en cuenta que la destrucción total es mucho menor (15.900), esto quiere decir que la caída de puestos de trabajo es debida enteramente a los ajustes fiscales. Y el futuro todavía es más negro: los recortes presupuestarios van a ir a más.
Uno de los objetivos de la reforma laboral era facilitar los ajustes de plantilla en las distintas administraciones. Y, a tenor de estos datos, lo está consiguiendo. Esta EPA es la primera que se realiza con la reforma laboral en vigor a lo largo de todo el periodo de referencia de la encuesta, que es el segundo trimestre. Los expertos ya habían advertido de que poner en marcha una reforma laboral como la que aprobó el Gobierno el pasado febrero, en la que se rebajaba el coste del despido y se allanaban los trámites para poder sacarlos adelante, en plena recesión iba a aumentar la destrucción. Y así ha sido.

La combinación de recesión, ajustes presupuestarios y reforma laboral ha hecho imposible que la Semana Santa, el inicio de la temporada alta estimulan el empleo en el turismo y el empujón que supone para la construcción el buen tiempo hayan frenado el deterioro del mercado laboral. Los 44.000 empleos destruidos en la agricultura y los 21.000 en la industria se han impuesto a los 42.800 que se han creado en los servicios y los 6.200 de la construcción.
El análisis sectorial de la EPA, el mejor termómetro del mercado laboral, muestra un síntoma muy preocupante de la recesión. Se destruyen puestos de trabajo en la industria. Este sector no es el que más gente emplea, pero sí constituye, junto con la Administración, el núcleo del mercado laboral. Es el sector en el que hay más empleo indefinido y mejores sueldos. Y en él se ha destruido empleo.
Falta un ingrediente para explicar el aumento de la tasa de paro. El incremento de la población activa es el último componente de un cóctel con sabor amargo. El número de personas en edad y disposición de trabajar creció hasta los 23,11 millones, 37.600 más. Este colectivo, de hecho, había bajado en el primer trimestre, un fenómeno que los expertos vinculan con el desánimo de los parados de larga duración. Precisamente, en términos interanuales, la población activa disminuye en 26.400 personas.
Por comunidades, en las que más baja el empleo es en Andalucía (23.300 personas menos), Castilla-La Mancha (19.500 menos), Cataluña (19.100 menos), Galicia (16.800 menos) y Canarias (12.400 menos). Por el contrario, donde más aumenta la ocupación es en Baleares (60.400 personas), Madrid (7.500), Murcia (6.800), Castilla y León (5.600) y Comunidad Valenciana (4.900).
Pocos síntomas para el optimismo se ven al destripar las cifras que hoy publica el INE. Y peor se pone la situación, si se observan los números de forma desestacionalizada, es decir, cuando se limpian los resultados de los efectos del calendario. De esta forma, se han destruido 176.000 empleos en el último trimestre y el paro ha crecido en 214.000 personas, hasta alcanzar una tasa del 24,7%.
La encuesta de población activa es el mejor termómetro del mercado laboral español. Mensualmente salen los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social. Pero ni uno ni otro son un reflejo preciso. En el primer caso, no es más que un registro administrativo en el que el parado decide si se inscribe o no voluntariamente, salvo que tenga que cobrar la prestación o quiera acceder a cursos de formación. En el segundo están la mayor parte de trabajadores, pero no aparecen aquellas personas que trabajan en la economía sumergida.

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